15 ene 2007

A orillas del río

Sentada a la orilla del río, sobre una gran roca, la falda del vestido blanco alzada, y hasta las rodillas sumergió sus piernas en el agua, mientras acariciaba la rosa deshojada que entre los brazos portaba, las hojas que bailaban con el viento le cantaban para calmar el dolor del alma, las lagrimas a su rostro blanco de porcelana inundaban, la niña de sus ojos estaban rasgadas, no sabia como todo esto que pasa le pasaba, el viento era su consejero y entre una que otra ráfaga le contaba, le escuchaba y en silencio aguardaba para que desde la mente de la joven las ideas por si sola brotaran. Así permaneció por mucho tiempo, callada y muy concentrada en nada hasta que del río salio una voz angelical, un poco asustada, encogió las piernas debajo de la falda y asomo su cara para ver que pasaba, de qué lugar la voz le llamaba, aguardo unos minutos en silencio y nada, pensó que era el viento que dijo lo que dijo y no pudo oírlo, pero sabia que era único e irrepetible, miro triste la superficie del río y noto que cada gota, que cada molécula de agua era diferente, perdió la respuesta, perdió el chance, la oportunidad por estar preocupándose por cosas pasadas.

4 comentarios:

Wasarry dijo...

Me gusta tu blog, ta muy lindo lo que escribes, graxx por la visita.

Amilka C Hdez Ch. dijo...

La lluvia nunca vuelve hacia arriba :D
Aunque el mar vuelva nunca es el mismo mar :.

Gryk dijo...

grax wasarry :P

ka, ni el aire k respiramos es el mismo.;)

Emmanuel Breton dijo...

wey! pensé que te había comentado aquí.

esta de más decir que me gustó.

Saludos.

E.