19 feb 2007

Tabernas...;)

Érase una vez un viajero, que divagaba desde haber él nacido, ya con X años cumplidos seguía recorriendo ciudades y pueblos para ver donde era bienvenido, o por lo menos un lugar donde se sintiera bien acogido….y un día en su absurdo divagar se encontró en frente de una taberna, muy peculiar por cierto, por qué, no sé, él tampoco lo sabe, y se lo sigue preguntando….en fin, sigo con la historia, suelo perderme en las palabras.

El viajero entró a la taberna, al abrir la puerta se encontró con gente, ni muchas, ni pocas, el salón era amplio y largo, la luz era un poco tenue, la música de fondo era muy alegre, la temperatura y el aroma se combinaban para ponerte en el mejor trance, el viajero pasó entre varias mesas y se dirigió hacia la barra de madera, ni oscura, ni clara, se sentó en un taburete con un cojín rojo, y pidió el trago de la casa…, el camarero le pasó un vaso cervecero, pero su contenido no era cerveza, era algo de color azul, el viajero dudo un segundo…pero luego dio un largo sorbo de aquel líquido,…wao, que bebida, que sabor, que textura que sensación, su paladar desde beber el primer sorbo sabia que se volvería adicto a esa bebida.

El viajero ya no iba de pueblo en pueblo, en aquella taberna encontró lo que saciaba en ese momento su alma, ya no sentía la necesidad de divagar por el mundo buscando.
Paso el tiempo, meses y años y el viajero visitaba diariamente la taberna y pedía la misma bebida….siempre se la servían de un color diferente pero el sabor al final siempre era el mismo, ya lo conocía.

Una tarde, como de costumbre, se dirigía a la taberna pero, sorpresa, la taberna estaba cerrada, el viajero sintió una gran decepción…ni siquiera se acerco a ver que había pasado….hizo sus maletas y se fue….camino y camino, en el camino se encontraba una que otra persona o lugar pero no se sentía totalmente bien y seguía caminando, luego de mucho andar, decidió parar, necesitaba beber de aquel líquido, pero ya no estaba seguro si volver por el o seguir caminando. Para sorpresa de él y sorpresa mía el viajero se encontraba delante de otra taberna, esta en realidad parecía una heladería, pues tenía muchos colores en la fachada, decidió aventurarse y entro, esta era totalmente diferente a la anterior, esta todo claro, bueno a veces, pero ese día la luz era despampanante, las mesas y manteles eran de colores chillantes, la música muy variada…pero parecía que el viajero quería quedarse, algo en ese lugar le llamo la atención, y para terminar de comprobarlo, pidió la bebida de la casa, le sirvieron en una copa, pero en su interior no tenia vino, tenia una mezcla de verdes…dio sorbo hasta el fondo, y esa bebida lo había dejado extasiado, pensó que nunca volvería a sentir eso que en ese instante sintió.

Visitaba diariamente la taberna colorida, pedía lo mismo pero a diferencia de la otra, el color no variaba, aquí lo que variaba era el sabor, pero el viajero aprendió a sobre llevarlo. Una noche luego de haber visitado la taberna, se encontró con un joven que entregaba panfletos, anunciando una taberna, él curioso al fin se acerco, y vio que la taberna que aquel joven anunciaba era la que el antes visitaba….al ver esto la duda lo invadió, quería saber que había pasado. No. En realidad quería saber si en aquel lugar alguien su ausencia había notado. Si la bebida originalmente azul no extrañaba un comprador. En ese mismo instante se marcho pero sin las maletas, dudaba que no regresara, el trayecto fue largo y pesado.

Llego al amanecer, espero un rato afuera, no sabia si entrar, pero ya estaba ahí, así que le dio un tirón a la puerta y…. había cambiado todo en aquel lugar, la atmósfera no era la misma, solo los retazos de armonía se percibían con ráfagas no coordinadas en el aire; había mas gente que de costumbre. El viajero trato de no darle importancia a eso y se acerco a la barra, ahora de cristal y con luces, pidió la bebida de la casa, le sirvieron en vaso de plástico, el líquido era rosa, rosa pastel….el viajero no le sorprendió el color, pues siempre cambiaba, se acerco el vaso a la boca, el olor era distinto, bebió un poco, el sabor era distinto, era desagradable, vio hacia los lados buscando una explicación, todos bebían lo mismo k él y reían,…. todos reían excepto él. Por qué, no entendía que pasaba, trato de beber nuevamente, pero el sabor le resultaba repugnante, le dejaba un tremendo e incomodo silencio en los labios, parecía como si nunca lo hubiera probado, como si nunca hubieran compartido trago y paladar años de grata diversión y compañía, el trago le resultaba demasiado extraño, le daba miedo aquella situación, el trago no hizo nada por saciarlo nuevamente, siquiera intento explicarle que había sucedido y el viajero no quería luchar por algo que sabia que no volvería a sentir. Dejó el vaso en la barra y salió corriendo de ese lugar.

6 comentarios:

Amilka C Hdez Ch. dijo...

El viejero olvido preguntar :. Hubiera sido importante la respuesta :D muy chulo el post

Gryk dijo...

sabes...el viajero lo hizo, lo hizo antes de marcharse la primera vez, la respuesta fue la mas...en realidad no hubo una respuesta verbal...pero la enendi, y la taberna lo sabe.creo

Baakanit dijo...

Más que viajero lo veo como vagabundo.


Por qué reían al final los otros clientes?

Es un poco confuso eso de que re-abrieron la primera taberna y de que esta tenía más clientes que la anterior, y que todo dentro era diferente, entonces no fue la misma taberna que abrieron.

Este relato confunde mucho, no veo el punto que quieres hacer. Tu intención no me parece clara.

Veo que el viajero buscaba un lugar al cual acostumbrarse, una bebida a la cual apegarse, diría que amaba un cierto ciclo repetitivo pero con una variación mínima.


Otra cosa que me viene a la mente, saliendome de la caja y observándola de lejos, puedo imaginar este relato como algo alegórico, representante de una escena común de la vida real.

Digamos que tenemos una pareja, el hombre disfrutaba llegar a la casa para disfrutar plenamente de los besos de su mujer, quien cada día se pintaba los labios con un color diferente.

Un día la mujer lo traicionó, a partir de ahí los besos le supieron amargos.

Saludos

Gryk dijo...

baakanait:
por que un vagabundo?

lo que pasa es que reabrieron la taberna....pero al viajero le desconcerto que un lugar en el cual se sentia él, lo cambiaran tanto....y no es porque el viajero no le gustaran los cambios...pues vivia viajando, lo que pasa es que
el viajero se dio cuenta de que no pertenecia mas a ese lugar.

creo que lo entendiste despues de todo, lo digo por el ejemplo de la pareja

Gavingo dijo...

Que curioso. A mi me parece que cada vez que voy a un bar, al otro día lo cierran para hacer remodelaciones.

Me podrías explicar abiertamente por qué es que pasa esto?

Gryk dijo...

sabes gavingo eso es lo que yo quisiera saber ....por qué?
son tantas la ideas pero inguna es cierta